Ya hemos hablado de la importancia de la actividad física para sentirnos bien, pero tenemos muchas más formas de cuidar nuestra salud y nuestro cuerpo simplemente teniendo en cuenta unas sencillas recomendaciones.
Hoy nos vamos a centrar en el cuidado de nuestra espalda, y más concretamente de nuestra columna vertebral.
¿Qué es y qué funciones hace nuestra columna?
La columna vertebral es un conjunto de huesos que van desde la cabeza hasta la pelvis.
Gracias a ella podemos girarnos y doblarnos y mantiene erguido nuestro cuerpo. También protege a la médula espinal, que se encarga de transmitir información entre el cerebro y el resto del cuerpo.
La columna es especial porque no está compuesta por uno o dos huesos: ¡está formada por un total de 26 huesos! Estos huesos se denominan vértebras y tienen forma de anillo.
Existen diversos tipos de vértebras en la columna, y tienen una función distinta.
- Las siete vértebras superiores se llaman cervicales y sostienen la cabeza y el cuello. La cabeza es bastante pesada, de modo que es una suerte contar con la ayuda de estas vértebras.
- Las vértebras dorsales son doce y se encargan de mantener las costillas en su sitio.
- Debajo de las vértebras dorsales hay cinco vértebras lumbares.
- Más abajo se encuentra el sacro, que está formado por cinco vértebras fusionadas entre sí formando un único hueso.
- Finalmente, en la parte inferior de la espalda se encuentra el coxis, un hueso que está formado por la unión de cuatro vértebras.
Las secciones inferiores de la columna son importantes para soportar peso y para proporcionar un buen centro de gravedad al cuerpo. De modo que, cuando llevas una mochila pesada, son las vértebras lumbares, el sacro y el coxis los que te proporcionan sostén. Cuando bailas, saltas o incluso cuando andas, estas partes del cuerpo te ayudan a mantener el equilibrio.
Entre las vértebras hay unos pequeños discos compuestos por cartílago. Estos discos evitan que las vértebras rocen entre sí y actúan también como los amortiguadores naturales de la columna. Cuando saltas en el aire o giras el tronco para hacer mates, los discos proporcionan a las vértebras la amortiguación que necesitan.
Recomendaciones para una buena higiene postural.
Ahora veremos algunas recomendaciones básicas para aprender a realizar actividades cotidianas de forma adecuada. Mantener una buena postura nos ayudará a sentirnos menos cansados, aumentar el rendimiento escolar y la concentración, mejorar la digestión, la respiración y favorecer el descanso.
La higiene postural es un conjunto de normas, consejos y actitudes posturales con el fin de evitar posibles lesiones. Su principal objetivo es aprender una serie de hábitos para ayudar a proteger la espalda a la hora de realizar actividades de la vida cotidiana.
Al estar sentados
La postura correcta es sentado al fondo de la silla, con la espalda apoyada en el respaldo y los dos pies apoyados en el suelo.
La distancia ideal con la mesa es la que nos permite apoyar los antebrazos en el borde.
Si utilizas mochila, debe ir colgada de los dos tirantes, pegada a la espalda y sobre la altura de los glúteos.
Si usas mochila con ruedas, lo ideal es empujarla en lugar de tirar de ella. Si vas tirando de ella debe ir lo más cerca posible de nuestro cuerpo, evitando alejarla demasiado.
Al estar acostados
Es mejor situarse boca arriba o de lado, evitando dormir boca abajo
Por si aun os queda alguna duda, os dejo unas recomendaciones del “Pelotón salud” para cuidar nuestra espalda en clase y camino al cole.
Cuidemos nuestra espalda, porque solo tenemos una y es para toda la vida.